Los vinos de Baja California fueron el centro de atención en Tokio durante la Baja California Wine Week. El evento formó parte de una iniciativa de la Comisión de Promoción Económica de Ensenada (Copreen) y la Secretaría de Economía e Innovación (SEI), con el respaldo de diversas vinícolas locales.
El objetivo de este evento, es lograr introducir las etiquetas mexicanas en el exigente mercado japonés a través de catas, cenas de maridaje y encuentros con importadores y prensa especializada.
Baja California Wine Week presentó la calidad y la singularidad de los vinos bajacalifornianos a un público japonés conocido por su apreciación de productos de alta gama. Contando con la participación de sommeliers, restauranteros, distribuidores y chefs locales.
El estado fronterizo actualmente concentra más del 75% de la producción vinícola nacional y tiene la mirada puesta en mercados internacionales.
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Japón brinda con los vinos de Baja California
El mercado japonés quedó fascinado con los vinos blancos y rosados producidos en el Valle de Guadalupe y otras regiones de Baja California. Según Mario Alberto Peregrina Brizuela, presidente de Copreen, estos vinos destacaron por su frescura, ligereza y aromas.
El enfoque en vinos con menor graduación alcohólica también se percibió como un factor positivo, acorde a la cultura de consumo japonesa.
Durante la Wine Week, Vinícola Bruma tuvo una participación destacada, con su enóloga Lulú Martínez liderando varias catas especializadas Martínez compartió detalles sobre el terroir de Ensenada, las técnicas de producción, el uso de barricas y las prácticas agrícolas sostenibles que definen a la bodega. Los asistentes mostraron un gran interés no solo en la degustación, sino también en comprender el origen y los procesos detrás de cada botella.
Además de las catas, se llevaron a cabo cenas maridajes con menús que fusionaron sabores tradicionales de México y Japón, creados por chefs de ambos países. Estos encuentros fomentaron tanto la promoción de los vinos como un enriquecedor intercambio cultural a través de la gastronomía.
La misión también incluyó el establecimiento de contactos con distribuidores e importadores locales, lo que podría allanar el camino para futuros acuerdos de exportación. Si bien aún no se han concretado convenios, la respuesta positiva indica un espacio prometedor para el crecimiento de Baja California en el mercado asiático.
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