La historia de los árboles navideños une tradiciones ancestrales, simbolismos cristianos y transformaciones culturales a lo largo del tiempo. Antes de la era cristiana, las culturas antiguas rendían homenaje a los árboles perennes, como pinos y abetos, durante el solsticio de invierno. Estos árboles, que permanecen verdes incluso en meses fríos, simbolizaban la vida, la fertilidad y la renovación en medio del invierno.
En esta especie de “culto a la naturaleza” los celtas y germanos colgaban ramas verdes en sus hogares como protección contra los malos espíritus y los romanos durante sus fiestas en honor a Saturno, decoraban sus casas con hojas verdes y ramas de árboles.
Cristianización de la tradición navideña
Con la llegada del cristianismo, las tradiciones paganas fueron adaptadas y resignificadas. El árbol pasó a representar la vida eterna ofrecida por Jesucristo y fue asociada con el paraíso.
Una de las primeras historias sobre el árbol navideño proviene del siglo VIII, cuando un misionero alemán, San Bonifacio, derribó un roble sagrado que los germanos adoraban. Cuenta la leyenda, que en su lugar creció un abeto triangular que aseguraban representaba la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo).

Asimismo, a cada elemento se le fue impuesto un símbolo:
- Las luces simbolizan la luz de Cristo que disipa la obscuridad.
- Las esferas representan las virtudes que se deben cultivar.
- Las guirnaldas evocan la unión, el amor y la continuidad de la vida.
- La reina Victoria y el príncipe Alberto popularizaron el árbol en Inglaterra cuando aparecieron fotografiados con uno en su palacio.
- Desde Inglaterra, la tradición cruzó hacia Estados Unidos con inmigrantes alemanes, en donde se adoptó como un símbolo central de las celebraciones.
- Durabilidad
- Efectos de nieve y luces preinstaladas
- La preocupación ambiental generó que personas prefirieran árboles reutilizables.
No podemos ignorar que, en los últimos 20 años, el consumismo ha cobrado cada vez más fuerza, impulsado en gran medida por la popularidad del comercio electrónico. Esto ha llevado a que los amantes de la Navidad adquieran productos temáticos, minimalistas, de lujo o hechos a mano para decorar sus árboles de manera más personalizada.
VIDEO: Conoce la casa de galletas de jengibre tamaño real en California
- La preocupación ambiental generó que personas prefirieran árboles reutilizables.
- Efectos de nieve y luces preinstaladas

El árbol de Navidad actual
Hoy en día, el árbol navideño no solo tiene un significado religioso, sino también cultural. Su decoración se ha vuelto una expresión única, artística y familiar. También las personas han comenzado a adaptar la decoración y colores a las tendencias estéticas, dejando de lado los colores tradicionales (verde, rojo y dorado) para crear combinaciones más elegantes, como plata, azul y otros tonos metálicos.
Los árboles naturales, pese a que siguen siendo una opción elegida por muchos, en los 2000s el uso de los árboles artificiales se consolidó por varias razones:
- Durabilidad
- Desde Inglaterra, la tradición cruzó hacia Estados Unidos con inmigrantes alemanes, en donde se adoptó como un símbolo central de las celebraciones.
El árbol de Navidad en la Edad Moderna
La tradición moderna del árbol surgió en Alemania en el siglo XVI. Durante este tiempo las personas comenzaron a colocar árboles y a decorarlos.
Se cree que fue Martín Lutero uno de los primeros en adornar un árbol con velas para recrear la imagen de las estrellas brillando en el cielo nocturno sobre el lugar del nacimiento de Jesús.
Esta costumbre se extendió por Europa y el resto del mundo gracias a la migración e influencia de la nobleza:
- La reina Victoria y el príncipe Alberto popularizaron el árbol en Inglaterra cuando aparecieron fotografiados con uno en su palacio.
- Las guirnaldas evocan la unión, el amor y la continuidad de la vida.
- Las esferas representan las virtudes que se deben cultivar.