En un artículo publicado en la revista científica virtual PLOS ONE, Erica Schulte y la Dra. Ashley Gearhardt de la Universidad de Michigan dijeron "Creemos que los alimentos altamente procesados comparten propiedades farmacocinéticas (ej.: dosis concentrada, rápido ritmo de absorción) con drogas adictivas, debido a la adición de grasas y/o carbohidratos refinados y la rapidez con la que nuestro sistema absorbe estos carbohidratos."
Las autoras del artículo caracterizan la adictividad por factores como la pérdida de control al consumir el alimento, el uso continuo a pesar de las consecuencias negativas y la inhabilidad de dejar de consumir el alimento aunque se desee. Ellas respaldan sus opiniones con un estudio realizado a 504 participantes, para determinar cuáles alimentos encontraron más difíciles de resistir.
"Aunque las causas de la obesidad son multifactoriales, algo que potencialmente podría estar contribuyendo es la idea de que ciertos alimentos podrían despertar en algunos individuos una respuesta adictiva que podría llevarlos a comer de más" explican Gearhardt y Schulte.
Para probar las diferencias entre los alimentos, las investigadoras pidieron a 120 estudiantes que llenaran la escala de adicción alimenticia de Yale, en la cual les mostraron 35 alimentos divididos en pares y les preguntaron cual creían que podría causar más adicción.
No fue una sorpresa que los alimentos grasosos y con cargas glicémicas altas (la cantidad de carbohidrato en un alimento, multiplicado por qué tan rápidamente es convertido en azúcar) fueran los que encabezaban la escala. Las investigadoras dicen que las bebidas con más concentración de alcohol son más adictivas que las de menor concentración. Sus hallazgos son consistentes con estudios previos realizados con animales, sobre el papel que juega la dopamina "el químico de la felicidad" en cuanto a las adicciones. Por ejemplo, ratas que fueron suministradas con alimentos altamente procesados, mostraron cambios en el sistema de dopamina del cerebro, consistentes con los efectos de algunas drogas adictivas.
Los estudiantes entrevistados fueron divididos en grupos para poder observar si el género y el índice de masa corporal (IMC) tienen que ver en la poca resistencia hacia ciertos alimentos en particular. El género no afectó en ninguno de los resultados; las personas con más IMC reportaban tener más adicción – atracción hacia más cantidad de alimentos, pero no pudieron probar una relación directa como se esperaba.
El chocolate fue de los alimentos que más fue mencionado por los participantes del experimento, seguido de helado y papas a la francesa.
Sin embargo, las investigadoras no se sentían convencidas de haber respondido la pregunta sobre cual alimento es el que más antojo provoca. Posteriormente realizaron el mismo experimento, esta vez en línea con 384 personas, usando una escala de adicción del 1 al 7. Usando esta nueva escala y tomando en cuenta los resultados anteriores, el alimento ganador fue la pizza, con un puntaje de 4.01, seguido de chocolate y frituras con 3.73. Diversos alimentos todos altamente procesados y ricos en azúcar y/o grasas les siguieron muy de cerca. En último lugar de la escala se mencionaron los pepinos, zanahorias y frijoles. Incluso el agua salió en un lugar más alto que estos alimentos.
Los ganadores son:
Primer lugar: Pizza
Segundo lugar: Chocolate
Tercer lugar: Frituras
Nota publicada originalmente en Qore
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