El estrés es una de las enfermedades más comunes y a la que menos importancia le damos, se ha vuelto parte de nuestra rutina al grado de incluso disfrutarlo.
En pocas palabras, el estrés es una explosión de energía que puede ser canalizada para bien o para mal. Para algunas personas funciona como un incentivo que ayuda a cumplir las metas de cada día, incluso de manera más eficiente pero por otra parte, en grandes cantidades puede llegar a provocar presión arterial.
Algunos expertos han comprobado que una persona con una pequeña dosis de estrés, con el tiempo genera una mejor autonomía y control del dominio propio, así como buena memoria.
Con el ritmo de vida actual, incluso se dice que el estrés es un ingrediente clave para la supervivencia. Sin embargo, es pertinente no permitir que se vuelva un hábito o una enfermedad crónica que con el tiempo pueda causar enfermedades del corazón entre otras.
Un exceso de adrenalina tiene consecuencias como ansiedad, fatiga y depresión, mismas que se desarrollan al vivir estresados. Por si eso no fuera suficiente, nuestras arterias pueden cambiar hasta la forma en que las células se regenerar.
¿Cómo diferenciar en estrés bueno del malo?¿Cuáles son los síntomas de un estrés crónico?
Las malas señales son:
Incapacidad para concentrarse o completar tareas
Enfermarse con frecuencia
Dolores en el cuerpo
Bajas defensas inmunológicas
Dolores de cabeza intensos
Irritabilidad
Dificultad para dormir y también para despertar
Cambios en el apetito
Temperamento cambiante
Es cuestión de tomarse unos minutos para respirar y evaluar que tan extremistas o saludables son las presiones que tenemos cada día. De notar un par de síntomas es recomendable acudir al médico y no tomar a la ligera el estrés, para evitar daños permanentes.
Via U Life Line y Telegraph UK
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