Una nueva variante de coronavirus fue recientemente descubierta en Sudáfrica poseedora de múltiples mutaciones, razón por la cual ha levantado la alarma entre la comunidad científica de todo el mundo.
Por el momento no se sabe con exactitud si resulta con un nivel de contagio superior al de otras cepas o es capaz de incapacitar la eficacia de las vacunas o los anticuerpos que producen aquellas personas que tuvieron ya un contagio previo.
Esta variante fue nombrada científicamente como C.1.2, descubierta inicialmente en el mes de mayo 2021, pero poco a poco ha estado ganando terreno en todo el mundo llegando a gran parte del continente africano, Europa, Asia y Oceanía.
Compuesta de varias mutaciones asociadas con otras cepas del SARS CoV-2, C.1.2 podría tener un nivel de contagio mayor al de otras cepas, así como una menor sensibilidad a los anticuerpos neutralizantes. A pesar de sus similitudes con otras variantes, la mezcla en que estas mutaciones están complementadas es diferente a cualquier cepa antes vista.
Por ello, expertos aún no saben con exactitud cómo está nueva variante podría afectar al comportamiento del virus en el cuerpo humano. Actualmente se encuentran realizando diversas pruebas de laboratorio para establecer el grado de efectividad que tienen los anticuerpos en su contra.
Según la clasificación estipulada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), Sudáfrica fue el primer país en detectar la variante Beta, misma que forma parte de las cuatro únicas etiquetadas como “preocupantes”.
Pese a que aún no hay información oficial sobre esta mutación, se cree que se propaga mucho más fácilmente que el coronavirus original y que el nivel de efectividad de las vacunas contra el covid-19 se ve negativamente afectado por esta, por lo que varios países han optado por restringir los viajes desde y hacia Sudáfrica.
Richard Lesells, un especialista en enfermedades infecciosas y uno de los autores de la investigación sobre la C.1.2, declaró que la aparición de esta variante es una prueba de que la pandemia aún está lejos de terminar y que el virus aún está “explorando formas de mejorar potencialmente al infectarnos”.
Advirtió que es probable que más cepas con más mutaciones continúen surgiendo conforme avanza la pandemia, aunque la gente no debe alarmarse por eso, siendo mejor que priorice las medidas sanitarias indicadas por organismos de salud.
Por ahora, la única información certera sobre esta cepa son los datos de secuenciación genómica de Sudáfrica, mismos que muestran que la C.1.2 no estaba cerca aún de desplazar a la variante Delta en el mes de julio, época en que se disponía de una gran cantidad de muestras.
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