George Floyd, el hombre afroamericano que murió en manos de un policía en Minneapolis, se le aplicó la prueba para diagnosticar Covid-19, esto después de su muerte.
De acuerdo a esta prueba, la cual se realizó en el condado de Hennepin con un hisopo nasal post-mortem, Floyd dio positivo “para el ARN nCoV 2019”, según se menciona en el informe, utilizando otro término para el tipo de coronavirus que causa covid-19.
Sin embargo, el virus se presentó de forma asintomática, según señaló el médico forense en jefe, el Dr. Andrew Baker, para CNN, “el resultado de la autopsia probablemente refleje positividad asintomática pero persistente por PCR de una infección previa”.
En dicho informe, también se señala que "la positividad (por COVID-19) puede persistir durante semanas tras la contracción y resolución de la enfermedad clínica", siendo esta la razón por la que se detectara la patología aún después de su muerte.
Lo anterior solo confirma que el coronavirus no influyó en la muerte de Floyd, así como era baja la probabilidad de que él hubiese contagiado a alguien más.
La autopsia ordenada por la familia de Floyd señaló que falleció por "asfixia debido a una presión sostenida".
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Con información de CNN.
