Hay quienes se preparan tomando una variedad de jugos y comprando productos que ayudan a conseguir la piel dorada soñada pero en realidad el broncearse no es lo mejor para la piel. Recientemente se ha indagado en las consecuencias que exponerse al sol causan y los resultados han arrojado que va mas allá de nuestros tejidos.

La radiación del espectro se categoriza en tres tipos de rayos:
UVA: la longitud de onda es más prolongada por lo que tiene menos energía y es por lo general el tipo de radiación responsable del bronceado.
UVB: es más dañina que la UVA pero no es la más fuerte, sin embargo, puede ocasionar quemaduras de sol.
UVC
: por ser la de menor longitud, es la que contiene más energía aunque esto no significa que sea la de mayor impacto en la piel, ya que es absorbida por la atmósfera.
Esto repercute a todo tipo de personas y la Fundación del Cáncer de Piel recomienda usar siempre protector solar con un SPF mínimo de 15. Otro de los mitos es creer que cuando está nublado, no necesitamos protegernos pero la realidad es que incluso en esos días nos exponemos a la radiación.
Via Huffington Post
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