El gobernador de California, Jerry Brown, firmó una serie de leyes, ocho en total, que benefician de una forma u otra a emigrantes indocumentados en California, algunas seguramente constroversiales.

Una de las ocho leyes es la AB4, de Tom Ammiano, un Demócrata de San Francisco, que establece que ningún indocumentado podrá ser deportado o detenido por crímenes "menores" que normalmente no merecería graves consecuencias.

Con esta ley, sólo en casos muy graves podrán ser deportados o detenidos, y se apega más a los estándares federales. La Asociación de Procuradores Distritales de California se opone a la legislación, pues la ven como incompatible con la reglamentación federal y "frustraría la cooperación local con autoridades federales, quienes deberían de ser los únicos que ejecutan la ley de migración."

Otra ley dentro de este paquete pro-migrantes es una de la asambleísta Lorena Gonzalez, Demócrata deSan Diego, que les permite a abogados sin residencia legal solicitar su registro oficial al colegio de abogados de California.

Así mismo, en paquete incluyeron leyes que castigan a quienes amenazan con revelar el estatus migratorio de alguna persona como forma de extorsión, y otra ley con serias consecuencias a empleadores que utilizan el estatus migratorio de sus empleados para tomar represalias contra ellos.

Estas leyes llegan unos días después de que el gobernador le diera su visto bueno a una ley que le permitía a personas indocumentadas obtener licencias para conducir.

Con información del UT San Diego y el gobierno de California.

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