Los dueños de la Taquería Garibaldi ubicada en el estado de California, se encuentran bajo investigación por un caso de explotación laboral, esta información se dio a conocer a través del Departamento de Trabajo donde se supo que los propietarios del negocio se habían negado a pagar alrededor de $70,000 dólares en salarios atrasados, al no cumplir con los pagos de horas extras o robarse las propinas de los meseros.

El Tribunal Federal sentenció a la empresa Che Garibaldi Inc. al pago de $140,000 dólares luego de que los empleados del restaurante declararon en su contra.

Una empleada mencionó bajo juramento que en una ocasión los dueños llevaron a un supuesto sacerdote para que se confesaran y aseguraron que la situación se presentó como un interrogatorio, ya que fueron orillados a contar sus “pecados” a través de preguntas bastante directas, asumiendo que fue con la intención de que los dueños pudieran conocer si alguien había levantado cargos en su contra.

“La conversión me pareció extraña y diferente a las confesiones normales”, explicó María Parra, quien trabajaba como mesera en la taquería, “El sacerdote tenía principalmente preguntas relacionadas con el trabajo, me preguntó si había robado algo, si llegué tarde a mi empleo, si hice algo para dañar a mi empleador y si tenía alguna intención de afectar a los dueños”, agregó.

Sin duda, alguna se presentó como una estrategia para robar información de los empleados de forma “inocente” y a su vez sembrarles miedo para que no hablaran ante las autoridades sobre las injusticias laborales a las que estaban siendo sometidos.

Actualmente, la Taquería Garibaldi tiene dos sucursales, una en Sacramento y otra en Roseville, ambas en el norte de California, y aunque los dueños están pagando una multa a los afectados, los restaurantes siguen operando con normalidad.

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