Las consecuencias de los bombardeos estadounidenses en Irán no se limitan al terreno militar o geopolítico. Expertos advierten que también podrían generar un impacto directo en la economía de Estados Unidos, no solo por posibles represalias, sino por el aumento del precio del petróleo a nivel global.
Este lunes, tras los ataques aéreos de Estados Unidos a instalaciones nucleares iraníes, el precio del petróleo alcanzó su nivel más alto en cinco meses.

Irán amenaza con cerrar el Estrecho de Ormuz
En respuesta a la ofensiva, Irán anunció su intención de cerrar el Estrecho de Ormuz, una vía marítima estratégica por donde circulan alrededor de 20 millones de barriles de petróleo crudo diarios. Esta zona, ubicada entre Irán y Omán, es uno de los puntos de transporte de petróleo más importantes del mundo.
El cierre de esta ruta marítima ha sido calificado por el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, como una “escalada masiva” que requeriría una respuesta internacional inmediata. Por su parte, el vicepresidente JD Vance calificó la medida como un “suicidio económico” para Irán.
¿Qué pasará con los precios del combustible?
Patrick De Haan, jefe de análisis de petróleo en GasBuddy, explicó que aunque no hay razón para temer precios “apocalípticos” de gasolina, sí es probable que el promedio nacional aumente entre 10 y 25 centavos por galón en las próximas semanas.
Aunque Estados Unidos no depende directamente del petróleo iraní, el mercado global está estrechamente interconectado. Un aumento en los precios internacionales inevitablemente se reflejaría en los bolsillos de los consumidores estadounidenses.