La administración de Donald Trump ha anunciado una iniciativa a gran escala que involucra a miles de niños migrantes en Estados Unidos. Alrededor de 450 mil menores llegaron al país durante el gobierno de Biden.
La administración Trump planea rastrear su paradero y para lograr esto, se estarán implementando visitas domiciliarias y entrevistas por agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés). Este proceso ha generado inquietud entre los defensores de los migrantes y organizaciones como el Young Center for Immigrant Children’s Rights.
Mary Miller Flowers, directora de políticas del centro, señala que “Ahora se tiene una situación en la que el gobierno está verificando el bienestar de los niños y encontrándose con sus padres indocumentados y deportando a sus padres.”
La iniciativa implica la participación de otras agencias gubernamentales, incluyendo al Departamento de Justicia y el Departamento de Salud y Servicios Humanos. Funcionarios de Trump insisten en que el objetivo es garantizar la seguridad de los menores. Sin embargo, activistas sospechan que la iniciativa podría usarse como excusa para deportar a niños indocumentados y denuncian que las redadas están causando pánico.
Hasta ahora, unos 100 niños migrantes han sido retirados de sus hogares y devueltos a custodia federal en los últimos dos meses, según un funcionario del HHS que habló bajo condición de anonimato.
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ONU expresa preocupación por deportaciones masivas
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, expresó preocupación por la expulsión de migrantes en Estados Unidos. El funcionario denunció un trato inhumano, principalmente hacia cientos de venezolanos que han sido enviados a una prisión de máxima seguridad en El Salvador.
Según Türk, estas deportaciones masivas violan múltiples derechos fundamentales: “Las familias sienten impotencia al ver a sus seres queridos tratados como criminales o terroristas sin que un tribunal haya evaluado sus casos”, señaló.
Además criticó el uso de cadenas durante las detenciones, calificando esta práctica como profundamente preocupante.