La cadena de ferreterías más conocida de Estados Unidos, Home Depot, se ha convertido en un punto importante para las redadas que está llevando a cabo el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), lo que sembrado el miedo y la incertidumbre en Los Ángeles, California.
Tan solo el viernes pasado una de estas sucursales ubicada en el barrio de Westlake, junto a otros establecimientos más, resultó entre las afectadas por los ataques de agentes federales como parte de una operación que resultó en el arresto de decenas de personas.
Trabajadores jornaleros son los principales detenidos, se trata de personas que en su mayoría son contratados por los clientes de la cadena, incluyendo propietarios y contratistas, quienes dependen en gran parte de estas personas para llevar a cabo trabajos de reparación y construcción.
Además, diversos medios y autoridades han destacado el papel de los jornaleros y albañiles indocumentados en las labores de reconstrucción que continúan en la ciudad tras los devastadores incendios sucedidos hace unos meses.

Más sucursales afectadas
Otro establecimiento de Home Depot en la ciudad, esta vez en Paramount, al sur de Los Ángeles, también se convirtió en escenario de enfrentamientos entre manifestantes y autoridades.
Y las redadas continuaron reportándose en otras tiendas de la empresa de construcción, entre ellas las ubicadas en Whittier y Huntington Park el lunes por la mañana. Estas operaciones han subido a tal nivel que en redes sociales ya han lanzado una advertencia a las personas sobre más redadas planeadas para otras tiendas Home Depot del sur de California.
En respuesta a esta situación, Home Depot declaró que la compañía no fue notificada con antelación para informarle de alguna redada en sus establecimientos y destacó que no estuvo en contacto con las autoridades para realizar estas operaciones.
Sin embargo, la compañía se halla en una posición difícil, ya que al ser continuamente blanco de redadas, sus clientes podrían bajar de manera drástica.
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