El despliegue de Marines en la frontera del condado de San Diego empezó en enero de este año. Al principio, su labor se limitó a colocar alambre de concertina en zonas como Otay Mesa e Imperial Beach. El gobierno federal los envió para apoyar a la Patrulla Fronteriza, pero sin intervenir en detenciones ni tareas policiales.
Este cambio de ubicación y actividad ha generado nuevas preocupaciones. El gobernador Gavin Newsom acusó al gobierno federal de permitir una “expansión indebida” de la misión militar. Su oficina anunció una revisión legal del despliegue.
El Departamento de Defensa, por su parte, aseguró que los Marines solo brindan apoyo logístico, transporte y vigilancia remota. Según el Comando Norte de EE. UU., el personal militar no realiza arrestos, salvo en situaciones excepcionales y de forma temporal, hasta que lleguen las autoridades civiles.
Aun así, la creciente presencia de tropas en zonas rurales ha reactivado el debate sobre la militarización de la frontera. Lo que comenzó como una tarea técnica se ha convertido, para muchos, en una señal clara de que el papel de las fuerzas armadas en la frontera está creciendo más allá de lo previsto.
Donald Trump y su misión de militarizar la frontera
Desde el regreso del presidente Donald Trump a la Casa Blanca, el mandatario ha llevado la política migratoria a un alto nivel de endurecimiento con el propósito de no permitir el ingreso a indocumentados y también el tráfico de narcóticos. Desde el primer día de su mandato en 2025 declaró una emergencia nacional y calificó el aumento de flujo migratorio como una “invasión” y con esto justificó el uso del ejército para tareas que usualmente son responsabilidad de agencias civiles.
Una de las estrategias que implementó fue la creación de Áreas de Defensa Nacional, zonas controladas por el ejército donde se permite que tropas patrullen, detengan migrantes y operen sin necesidad de la intervención de policía local.
Este despliegue no solo se limita a la frontera pues Guardia Nacional y marines han sido enviados a ciudades como Los Ángeles, en donde recientemente se llevaron a cabo operativos en colaboración con ICE, donde hubo decenas de deportaciones y redadas.
