A través de una declaración oficial, la Casa Blanca informó que en los últimos días se han registrado ataques violentos contra oficiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y agentes federales que realizaban operativos de deportación en Los Ángeles. La secretaria de prensa Karoline Leavitt señaló que estas acciones han generado un clima de tensión que motivó una respuesta inmediata del gobierno federal.
El presidente Donald Trump firmó un memorando para desplegar a 2,000 miembros de la Guardia Nacional. Esto con el objetivo de controlar lo que denominó como “anarquía” en el estado de California.
Newsom responde a la intervención federal en Los Ángeles y California
El gobernador Gavin Newsom calificó esta decisión como “intencionalmente provocadora”. Denunció que el gobierno federal está intentando tomar el control de la Guardia Nacional del estado sin su consentimiento. Señaló que esta medida solo busca escalar el conflicto y crear un ambiente de mayor confrontación.

En su cuenta oficial de X (antes Twitter), Newsom aseguró que Washington “quiere un espectáculo”. Y llamó a la población a no caer en la provocación. “No les demos lo que quieren. Actuemos con paz, con diálogo, con firmeza y sin violencia”, escribió.
Trump acusa a líderes estatales y municipales
El presidente Trump también lanzó críticas directas contra el gobernador Newsom y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass. A quienes calificó como “líderes irresponsables” por no haber podido “resolver” la situación y proteger a los ciudadanos del estado.
Mientras tanto, el Comando Norte de Estados Unidos confirmó el despliegue de la Brigada de Combate de Infantería 79ª, que movilizó a cerca de 300 soldados a tres ubicaciones estratégicas dentro del área metropolitana de Los Ángeles.
Según el Comando Norte, su misión es “proporcionar el mando y control de los esfuerzos de defensa del territorio nacional y coordinar el apoyo a las autoridades civiles”, según detalla su sitio web oficial.