La Avenida Revolución ha sido desde hace décadas, el alma de Tijuana. En ella convergen historias, acentos y miles de personas que caminan entre los nuevos edificios y los negocios que desde hace años forman parte de este sitio tan emblemático.
Sin embargo, basta con levantar la vista para encontrar un elemento que rompe con la línea del paisaje urbano, una estructura metálica imponente y moderna: el Reloj Monumental de Tijuana, también conocido como el Arco del Milenio.
Este arco de acero que se alza sobre la ciudad con sus 60 metros de altura, no pasa desapercibido. Para quienes llegan por primera vez a Tijuana, es una bienvenida inconfundible; para los que viven aquí, es un recordatorio constante de una etapa de transformación.
Origen e historia del Arco de Tijuana
Fue en el año 2001 cuando esta obra se inauguró con el objetivo de celebrar la llegada del nuevo milenio. Pero más allá del simbolismo de la fecha, el proyecto reflejaba una ambición mayor: mostrar al mundo una nueva Tijuana, moderna y vibrante.
La idea fue impulsada durante la administración del entonces alcalde de la ciudad, Francisco “Kiko” Vega de Lamadrid (1998–2001), quien buscaba reactivar la vida en el centro histórico y reforzar el atractivo turístico. Como parte de ese esfuerzo, se propuso dotar a la Avenida Revolución de un monumento que la hiciera reconocible, que la distinguiera.
Tras presentar el proyecto, el diseño se sometió a un concurso ciudadano. Los arquitectos Leodegario Silva López, Edgar Rodríguez Llerenas y Moisés López Smith presentaron una propuesta que se seleccionó: algo así como un “Big Ben tijuanense”, con una estructura metálica de gran altura y un reloj digital en la parte trasera.
La construcción costó alrededor de $6.4 millones de pesos y su tamaño era tal, que puede verse desde varios puntos de la ciudad y, en días despejados, incluso desde el lado estadounidense, en el condado de San Diego.
Un monumento que representa la innovación, cambio y diversidad de Tijuana
Al momento de su inauguración, el monumento llevaba un letrero que decía “Bienvenidos a Tijuana”, mensaje que pronto se volvió icónico. Sin embargo, con el paso del tiempo, el reloj digital dejó de funcionar.
Fue en el año 2014 que la empresa Samsung intervino, reemplazándolo con una pantalla LED diseñada para exteriores. Esta instalación formó parte de un plan de inversión de la compañía coreana, que destinó más de 100 millones de dólares a proyectos en la ciudad. Desde entonces, la pantalla ha servido para proyectar anuncios, eventos deportivos y mensajes institucionales.
Aunque claro, la restauración del Reloj Monumental marcó un nuevo capítulo en la historia urbana de Tijuana. Su imagen, ampliamente difundida en guías turísticas y redes sociales, se ha convertido en un sello indiscutible de la ciudad.
La imagen de Tijuana ante los ojos del mundo
Hoy en día, Tijuana es reconocida por su cocina innovadora, su industria cervecera y su creciente turismo médico. Y el Arco, con todo su simbolismo, sigue ahí: testigo del cambio.
El Reloj Monumental ha sido un legado del ex expresidente municipal de Tijuana y ex gobernador panista, ‘Kiko’ Vega, se trata de una representación de Tijuana ante los ojos del mundo y un elemento que forma parte de la gran identidad e historia de la ciudad.
Frente al monumento, la Plaza Santa Cecilia continúa siendo un punto de encuentro. Rodeada de restaurantes, tiendas y mariachis que animan el ambiente, esta plaza conserva la esencia de un Tijuana tradicional, mientras el arco que la corona proyecta una visión de futuro. Es ese contraste el que hace de esta ciudad algo único, su constante transformación, diversidad e innovación.
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Actualmente, el Arco de Tijuana es un sello indiscutible, una puerta a la ciudad fronteriza más transitada en el mundo. En el cine y la televisión se ha convertido en un referente mundial, haciendo diversas apariciones en series como Magical Girl Spec-Ops Asuka, anime que se desprende del popular manga escrito por Makoto Fukami. Es en su tercer episodio que se logra apreciar la imponente estructura de acero sobre la Avenida Revolución.
Sin lugar a duda, y a más de dos décadas de su construcción, el Reloj Monumental se ha ganado su lugar como uno de los iconos más representativos de Tijuana.
