Con el objetivo de crear diálogo y trazar una hoja de ruta colaborativa para la reducción de la jornada laboral en México, se realizó el Foro para la Implementación de la Semana Laboral de 40 Horas en Tijuana. Este importante espacio, encabezado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social del Gobierno Federal (STPS), congregó a líderes sindicales, representantes empresariales, académicos y organismos internacionales para debatir una de las reformas laborales más trascendentales de las últimas décadas.
El evento que tuvo lugar en las instalaciones del hotel Quartz, fue presidido por Marath Baruch Bolaños, Secretario del Trabajo y Previsión Social del Gobierno de México, y su homólogo en Baja California, Alejandro Arregui Ibarra. La discusión se centró en la necesidad de otorgar mayor bienestar a los colaboradores frente a las largas jornadas laborales que prevalecen en México, la gradualidad de la implementación de la reforma, y los desafíos que esta representa para el sector empresarial.
Voces del sector empresarial destacan desafíos y propuestas
Una gran mayoría de los empresarios asistentes al foro reconocieron que la reforma de 40 horas semanales es necesaria. Sin embargo, solicitaron un proceso de implementación paulatino que les permita adaptarse sin impactar negativamente la productividad ni la economía de sus empresas.
Diversos sectores empresariales expresaron la necesidad de una transición clara y ordenada, por ejemplo, Silvia Dávila, del Consejo de Empresas Globales, sugirió esquemas diferenciados según el tipo de empresa, flexibilidad en la distribución de horas y una revisión exhaustiva del sistema de horas extras. Asimismo, alertó que una reducción abrupta generaría un aumento del 20% en el costo laboral.
Por su parte, Roberto Vega Solís, de Coparmex Tijuana, habló frente a los medios de comunicación previo a que iniciará el foro, y se manifestó a favor de la reforma, pero condicionó su viabilidad a reformas complementarias como adecuaciones al Impuesto Sobre la Renta (ISR) y estímulos para la automatización. Subrayó que la reducción de la jornada implicaría un aumento de entre el 20% y el 25% en costos de nómina, así como un incremento proporcional en contribuciones al IMSS, ISR e impuestos estatales sobre nómina, destacando que Baja California ostenta la tasa más alta del país con un 4.25%.
Asimismo, expresó que es necesario que las horas de descanso y las pausas contempladas en la “Ley Silla” no se contabilicen como trabajo efectivo.
Líderes sindicales proponen aplicación de la reforma de manera directa
Desde el ámbito sindical, Oscar Ortiz, de la CTM de Hermosillo, argumentó que la reforma debe aplicarse con contundencia para evitar que la prolongación de las jornadas laborales siga interfiriendo con la vida familiar, especialmente para madres y padres trabajadores. Miguel Ovalle, del Frente por las 40 horas, insistió en la urgencia de aplicar la reforma de manera inmediata, recordando que el 75% de los mexicanos sufre estrés laboral y que la sobrecarga de trabajo afecta directamente su bienestar emocional y físico.
Finalmente, Rafael Olivos Hernández, del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, expuso la urgencia de reducir las jornadas laborales en el sector salud, debido al desgaste físico y mental que sufren los trabajadores.
¿Es probable que la jornada de 40 horas se establezca antes del 2030?
La propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum, establece que la reducción de la jornada laboral sea de manera paulatina, y que alcance las 40 horas para 2030.
Y aunque líderes sindícales han propuesto que se concrete en 2026, se destacó que algunas entidades gubernamentaes ya operan con la semana laboral de 40 horas sin comprometer sus labores. Sin embargo, el foro concluyó en que la reduccción de la jornada laboral debe considerar todos los caminos hacia su implementación, las particularidades de cada sector, la estabilidad económica y fundamentalmente, el bienestar de los trabajadores.
