Las estrictas políticas migratorias impulsadas por el gobierno de Donald Trump continúan generando controversia, y esta vez han tocado a una de sus propias simpatizantes. Liyian Paez, una mujer cubana que votó por Trump, denunció públicamente la deportación de su esposo, un hombre sin antecedentes penales.
Según contó en entrevista a medios locales, nunca imaginó que las medidas migratorias del presidente afectarían a su familia. Ya que ella y su esposo siempre creyeron que las deportaciones estarían enfocadas exclusivamente en personas con historial delictivo o vínculos con el crimen organizado.

Un caso más de deportación que genera indignación
El esposo de Liyian fue deportado recientemente y, aunque ya inició un proceso legal de amparo. No está claro cuánto tiempo pasará antes de que puedan reencontrarse. El escenario más probable es que tengan que esperar hasta diez años para lograr su reunificación legal.
Este caso se suma a una serie de incidentes que han causado preocupación en sectores civiles y defensores de derechos humanos. Hace apenas unos días se dio a conocer la historia de Adam, un abogado nacido en California que recibió una notificación de “autodeportación” por error del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), a pesar de ser ciudadano estadounidense.
Críticas en redes sociales
La historia de Liyian no ha pasado desapercibida en redes sociales, donde ha generado una oleada de comentarios, en su mayoría negativos. Algunos usuarios han expresado su indignación por la “ingenuidad” de quienes creyeron que estar a favor del expresidente los eximiría de sufrir las consecuencias de sus políticas.
“Pensaron que por votar por Trump estarían a salvo, y ahora ven la realidad”, escribió un usuario en redes.
Una política migratoria cada vez más severa
Desde que retomó el poder, Trump ha reforzado su discurso y acciones contra la migración irregular, incluyendo el aumento de deportaciones, el uso del programa de autodeportación mediante la app CBP One, y la presión para limitar aún más las vías legales de migración.
Organizaciones civiles y activistas advierten que esta tendencia podría afectar no solo a personas sin estatus migratorio, sino también a residentes legales y familias mixtas, como la de Lyyian, marcando un periodo de creciente incertidumbre para millones de migrantes en Estados Unidos.