Una reciente detención realizada por agentes de inmigración vestido de civil en San Diego ha generado preocupación entre defensores de derechos civiles y expertos legales, quienes cuestionan la legalidad del procedimiento y la falta de identificación visible por parte de los oficiales.
El incidente ocurrió en el estacionamiento de un hotel en Mission Valley, donde agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) detuvieron a una mujer sin portar uniforme ni distintivos claros.
En el video que captó el momento del arresto, uno de los agentes aparece con una placa colgada en el cuello, pero no se aprecia ninguna otra señal visible que indique que se trata de autoridad federal. La escena se compartió en redes sociales y se replicó en medios como Fox 5 San Diego, quienes reportaron el hecho señalando que el operativo a despertado dudas sobre la transparencia de estas acciones.
Pedro Ríos, director del Comité de Amigos Americanos en San Diego, expresó su preocupación ante la forma en que se llevó a cabo la detención.
“El hecho de que estén vestidos de civil y no digan que son de ICE inmediatamente, y luego simplemente se lleven a alguien, causa temor dentro de la comunidad”
Legalmente, ICE no está obligado a usar uniforme durante sus operativos. Según directrices del Departamento de Seguridad Nacional, los agentes pueden vestir de civil en ciertas circunstancias tácticas, como arrestos encubiertos o vigilancia, para no alertar a sus objetivos.
Sin embargo, estas mismas directrices indican que los agentes deben identificarse como autoridades federales “tan pronto como sea práctico y seguro” durante el arresto. Además, el manual operativo de ICE señala que el uso de ropa de civil es común entre sus agentes para facilitar operativos de detención y deportación.
Controversias sobre los arrestos de ICE vestidos de civiles
Según expertos legales y organizaciones defensoras de derechos civiles, los arrestos realizados por agentes de ICE vestidos de civil y sin identificación visible generan múltiples controversias. Estas prácticas pueden causar temor en las personas detenidas y la comunidad.
Activistas y legisladores advierten que estas tácticas socavan la confianza y elevan la tensión social.