Jesús Carreón es originario de Tijuana, Baja California y llegó a Estados Unidos a los siete años, logrando lo que muchos consideraban inalcanzable: graduarse de abogado en la Universidad de Harvard. Su historia es un ejemplo de perseverancia y superación.
Carreón cruzó la frontera con su familia y se estableció en San Bernardino, California. De acuerdo con La Nación y algunos videos en TikTok, durante su infancia enfrentó condiciones de vida muy precarias, incluyendo dormir en la calle y en cuartos vacíos de casas de amigos. En algún momento incluso pasó noches dentro de un auto estacionado. A pesar de estas dificultades, soñaba con estudiar en Harvard, meta que descubrió en un comercial de televisión y que para él representaba el éxito académico.
Desde joven trabajó para ayudar al sustento familiar: vendió dulces a la salida de la iglesia, laboró en una tortillería, restaurantes y peluquerías; más tarde limpió tiendas, sostuvo carteles en esquinas y descargó contenedores en bodegas. “En mi vida recibí más rechazos que aceptaciones, pero cada ’sí’ valió la pena”, recordó. Uno de esos “sí” fue el de Harvard, que lo aceptó y le otorgó una beca.
Su primer empleo formal llegó gracias al programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), que le permitió estudiar y trabajar legalmente en Estados Unidos. Este beneficio lo convirtió en el primer miembro de su familia en graduarse de la secundaria, asistir a la universidad y abrir camino para que su hermana menor siguiera sus pasos.
Al graduarse de Harvard Law School, Carreón no solo cumplió su sueño de infancia, sino que también se convirtió en un símbolo de lo que pueden lograr miles de jóvenes migrantes en condiciones similares. Su historia, difundida en medios y redes sociales, refleja cómo la perseverancia puede abrir camino incluso en los escenarios más difíciles. “Mi consejo para otros dreamers es: ‘Crean en ustedes. Mientras no te des por vencido, todo es posible’”, concluyó.
