El Gobierno de Estados Unidos ha comenzado el proceso para eliminar de forma definitiva su moneda de un centavo. Este mes (mayo), el Departamento del Tesoro realizó su último pedido de planchas metálicas para crear “pennies”, marcando así el inicio del fin para una de las piezas más simbólicas del sistema monetario estadounidense.
La decisión, anunciada oficialmente en mayo de 2025, responde a una razón económica. Según el Informe Anual 2024 del Servicio de Moneda de Estados Unidos, fabricar un centavo cuesta aproximadamente 3.69 centavos, lo que representa una gran pérdida financiera. Se estima que esta medida permitirá ahorrar alrededor de 56 millones de dólares anuales.
Pese a que el centavo seguirá siendo moneda de curso legal, su producción concluirá una vez que se agoten los materiales existentes, lo que se prevé ocurra a inicios de 2026. Durante décadas, expertos han discutido la conveniencia de mantener una moneda cuyo costo de fabricación supere su valor nominal. Esta medida, además de generar ahorros, busca modernizar el sistema monetario estadounidense, siguiendo el ejemplo de otros países como Canadá, que retiró su penny en 2012.
Con la eliminación gradual del centavo, las transacciones en efectivo empezarán a redondearse al múltiplo de cinco centavos más cercano, un cambio que impactará especialmente a pequeños comercios y consumidores acostumbrados a pagar con monedas exactas.
Centavo americano: Un icóno que sobrevive en la memoria
Aunque su valor monetario es mínimo, el centavo ha tenido un peso simbólico enorme en la historia de Estados Unidos. Introducido por primera vez en 1793, con el llamado Chain Cent, fue la primera moneda oficial acuñada por la Casa de la Moneda estadounidense. Desde entonces, ha acompañado a varias generaciones en bolsillos, alcancías y cajas registradoras.