Aunque la elección fue en 2024, el nombre de Jorge Ramos sigue dando de qué hablar en 2025. No por sus logros legislativos, sino por el contraste entre su discurso triunfalista y la realidad que documentó Semanario ZETA: su “arrase” electoral en el Distrito 7 apenas sumó 2,717 votos al Partido Verde. Sí, leíste bien.
Según un reportaje publicado por ZETA, en la elección local de 2024 en Baja California, Ramos fue el candidato de la coalición Morena, Partido Verde Ecologista de México y Fuerza x México que menos votos obtuvo entre todos los abanderados de esa alianza. Su distrito terminó siendo el de menor rendimiento de los ocho en los que compitieron como bloque.
El peso de los números
De los 27,285 votos totales que obtuvo la fórmula en el Distrito 7, Morena aportó 23,367, Fuerza x México sumó 724, y el Partido Verde, el partido de Jorge Ramos, solo 2,717. Lo que significa que si el ex panista hubiera ido solo con los colores del tucán, habría sido derrotado con facilidad por cualquier candidato morenista.
Pero eso no impidió que en redes sociales y eventos públicos, Ramos se presentara como una figura que “arrasó” en su distrito. La palabra “arrasar” parece haber sido malinterpretada, pues su “aporte” real fue apenas el 4.8 % del total de votos que recibió el Partido Verde en todo Baja California.

En 2025, la sombra del 2024
¿Por qué importa esto un año después? Porque Jorge Ramos sigue siendo una figura políticamente activa, y también polémica. Su discurso como nuevo aliado del partido oficialista contrasta con su pasado panista, donde se declaraba contrario a cualquier cercanía con Morena. Hoy, no solo está aliado, sino que debe su nombramiento a su apoyo.
Entre ciudadanos y miembros de distintos partidos, la pregunta sigue en el aire:
¿Cómo es que Jorge Ramos, tan crítico en el pasado de Morena, ahora aparece respaldando al partido y enviando felicitaciones a la nueva presidenta?
No olvidemos sus declaraciones pasadas tan tajantes como:
“No se puede decir que hay democracia… ahí en Morena se hace lo que ese señor quiere”.
Resulta inevitable pensar que el interés real de Ramos no está en principios ni ideologías, sino en conservar poder e influencia. Porque cuando alguien es capaz de cambiar tan drásticamente su discurso, la coherencia política se desmorona y sólo queda claro lo siguiente: apoyará a quien sea capaz de otorgárselo.
Como bien señaló ZETA Semanario, si el Partido Verde lo hubiera postulado sin coalición, Ramos no estaría en el Congreso local. Y aunque él insiste en presentarse como el rostro fuerte del Verde, en términos de votos, fue superado por al menos 14 candidatos de ese mismo partido.
A estas alturas, el desempeño electoral de 2024 se ha convertido en una estadística incómoda para quien intenta posicionarse como figura clave rumbo a futuros procesos. Pero los datos están ahí, y la realidad, como siempre, es menos espectacular que el discurso. El reportaje original completo y todos los datos detallados están disponibles en ZETA Semanario.