En Tijuana siempre hay rincones que sorprenden, pero pocos logran lo que hace Julep, un café que no solo se ha ganado un lugar por sus bebidas, sino por convertirse en un verdadero refugio cultural. Ubicado sobre la avenida Mutualismo, Julep es de esos lugares donde entras por un latte y terminas llevándote una experiencia que toca la música, el arte y hasta el performance.
Un café que late al ritmo del arte
Abril, su creadora, imaginó Julep no solo como un espacio para disfrutar recetas originales, sino también como un escenario para el talento fronterizo. Así, las paredes del café se transforman en galerías que han exhibido la obra de artistas como Sabina Espinoza, Samantha Humaran y el artista visual tijuanense Nano Malhora. Cada exposición es un recordatorio de que el arte vive en la cotidianidad y que un café puede ser también una ventana al talento local.
Los martes saben a jazz
Pocas cosas se disfrutan tanto como el jazz en vivo, y en Julep eso sucede cada martes. No hace falta más que pedir un café y dejar que los instrumentos hagan el resto: saxofones que acarician el aire, contrabajos que marcan el pulso y melodías que envuelven hasta el cierre. Es una cita fija para quienes buscan desconectarse del ruido de la ciudad y sumergirse en la calidez de un concierto íntimo.
Drag brunch: domingos de fiesta y sabor
Un domingo al mes, Julep cambia de piel y se viste de lentejuelas con su famoso brunch drag. A la una de la tarde comienza un espectáculo que combina humor, música, lipsyncs y mucho carisma, acompañado de un carrito de desayuno lleno de opciones irresistibles. Durante casi dos horas, las reinas drag conquistan con chistes, historias y canciones, convirtiendo el mediodía en un festival de risas y diversidad.
Más que un café: un motor cultural
Pero la historia no termina ahí. Julep ha abierto sus puertas a proyectos como Esencia Meraki, que juega con el arte, los libros y las series de televisión para crear experiencias únicas. También ha sido escenario de presentaciones literarias y encuentros creativos que refuerzan su papel como punto de encuentro cultural en Tijuana.
En definitiva, Julep es mucho más que un lugar para tomar café: es un espacio vivo, donde el arte se cuelga en las paredes, la música resuena en las mesas y el espectáculo irrumpe sin pedir permiso. Un recordatorio de que la cultura se construye también entre tazas humeantes, carcajadas drag y acordes de jazz.
