Por Ana Cecilia Ramírez
A sus 78 años, Fanny Lew es una mujer productiva, que trabaja en el sector de las Bienes Raíces y empezó a estudiar pintura. En el marco del Día del Abuelo o del Adulto Mayor, expresó que para ella la vejez es una transformación de la vida, pero en cuanto a ella solo el exterior.
“Mi interior sigue siendo igual, yo siento igual, yo pienso igual, siento que puedo hacer muchas cosas, no tengo restricciones de ninguna clase.
Ser adulto mayor hoy en día es diferente a como era antes, quizá nuestros abuelos ya que eran grandes de edad pues se quedaban en sus casas.Pero ahora los abuelitos andan trabajando, luchando, haciendo cosas, yo tengo muchas amigas que ahí andan, activas, trabajando.
Yo decía, ya cuando mis hijos crezcan y todo, ya me puedo morir. Pues aquí ando todavía.
Me gusta disfrutar de la vida, disfruto mucho de mi casa, de mis hijos, de mis nietos.”
Para Fanny nunca ha sido tarde para aprender, pues ha tomado muchos cursos y actualizaciones relacionadas con su profesión. Actualmente se encuentra estudiando pintura y resulta curioso porque aunque era pintora, ella no sabía ni agarrar un pincel.
Y aunque sigue trabajando, ya sus clientes y propuestas están más bien en una zona de la ciudad, en playas, área donde radica, por lo que se da tiempo para tener otras actividades.
Su hija, que tiene una Escuela de Artes la animó a estudiar pintura y ha encontrado una verdadera pasión en ello. Fanny tiene cuatro hijos y siete nietos, con los que disfruta mucho convivir y quienes están orgullosos de que sea una persona tan independiente y con buena actitud.
A los jóvenes les recomienda que vean a los adultos mayores como personas que tienen mucha sabiduría y que muchos son aún gente productiva y con ganas de seguir aprendiendo y apreciando la vida.
“Yo creo que yo no podría retirarme, ya tengo tantos años y ya tengo clientes, me gusta mucho tener contacto con la gente.”
