El actor ganador del Oscar, Rami Malek, conocido por su papel en Bohemian Rhapsody, compartió una experiencia de racismo que vivió en Los Ángeles. Malek relató que la policía lo detuvo bajo sospecha de robo a una licorería, aunque no tenía nada que ver con el crimen.
Malek, hijo de inmigrantes egipcios, recordó que la policía lo tiró contra el capó de una patrulla. Los oficiales creyeron que él coincidía con la descripción de un sospechoso de origen latino y aseguró que “el coche estaba tan caliente que casi le quema las manos”.
Un amigo suyo intervino para aclarar que Malek es egipcio, lo cual evitó que lo arrestaran. El actor se mostró sorprendido ante la situación y habló sobre el racismo que todavía existe en la policía y en la sociedad estadounidense.
Rami Malek aparovechó la oportunidad y contó a The Guardian las dificultades que enfrentó al crecer como hijo de inmigrantes y sobre el clima político actual, especialmente en temas de inmigración. También destacó cómo la presidencia de Barack Obama representó un momento de esperanza para la comunidad inmigrante en Estados Unidos.
Impactos de la discriminación racial
El relato de Malek pone en evidencia la discriminación racial y las prácticas discriminatorias en la policía estadounidense. A pesar de los esfuerzos por mejorar la relación entre la policía y las comunidades de diversas etnias, este tipo de incidentes resalta las dificultades que aún enfrentan muchas personas en su interacción con autoridades.
Además, las políticas migratorias de Donald Trump para 2025, que incluyen medidas estrictas de deportación, podrían agraviar aún más este tipo de situaciones. Comunidades inmigrantes, particularmente de origen latino y musulmán podrían ser objeto de un fuerte perfilamiento racial.