Durante este sábado 23 de agosto, el parque Teniente Guerrero fungió como un espacio para los amantes de los libros, en donde se realizó una gran donación para la población lectora tijuanense.
Donan en Tijuana 400 libros: ciudadanos se podían llevar hasta 8 ejemplares
En el parque se donaron aproximadamente 400 libros en menos de una hora por parte de Alejandra Blancarte y Cristina Márquez, quienes trajeron estos ejemplares desde el estacionamiento de las oficinas del Sheriff en San Diego, donde decenas de cajas habían sido dejadas por la Biblioteca de San Diego tras el cierre del Fondo de Cultura Económica ubicado en el condado.
A través de redes sociales, una de ellas había publicado un video que se volvió viral, donde se veían decenas de cajas llenas de libros en un estacionamiento y al aire libre, los cuales estaban siendo donados al público en general.
Personas las contactaron comentándoles que no podían cruzar, pero estaban interesados en adquirir algunos libros, por lo que ellas, en un acto de solidaridad, decidieron llenar su camioneta con la mayor cantidad de libros posible y los llevaron a Tijuana.
“Algo que si nos llamó la atención es que a la mayoría de los lugares a los que se donaron estos libros fueron en San Diego, cuando son del Fondo de Cultura Económica que es una institución mexicana para promover la lectura y la cultura en general y pues aquí en México nos hace mucha falta”, aseguró.

Convocatoria provocó interés en tijuanenses: los libros se agotaron en menos de una hora
Por medio de redes sociales hicieron una convocatoria para que, quien gustara, fuera al parque Teniente Guerrero a partir de la 01:00 pm de este sábado, quienes tuvieron la oportunidad lograron llevarse hasta ocho libros.
Cristina Márquez, docente de preparatoria, detalla que donaron algunos de los libros a escuelas públicas y clubes de lectura; asimismo comenta que tras ellos compartir por redes la situación de los libros abandonados, se mostró un creciente interés de la población cercana, logrando que todos los ejemplares dejados en el estacionamiento de la oficina del Sheriff se agotaran rápidamente.
Por su parte, Enrique Briseño, una de las personas beneficiadas en Tijuana, comentó que supo sobre el abandono de ejemplares en San Diego por redes sociales y al no poder viajar al otro lado de la frontera, aprovechó esta campaña de donación de libros.
“Dejar libros tirados en el cemento es un crimen, sobre todo para un país que requiere de la promoción de la cultura”, comentó.
Afortunadamente, la comunidad lectora de Tijuana se vio bastante interesada en esta campaña de donación, resultando en que los libros se agotaran en menos de una hora, logrando que los ejemplares inicialmente abandonados, puedan seguir fungiendo como fuentes de información y cultura.