Desde misiones centenarias hasta teatros de época, San Diego resguarda su historia entre muros de adobe, columnas victorianas y fachadas de cantera. Estos edificios no solo adornan la ciudad: narran, en silencio, el paso del tiempo y el alma de sus habitantes.
Quien recorre San Diego más allá de sus playas y centros comerciales, descubre un patrimonio arquitectónico vibrante que mezcla herencia española, auge ferroviario y esplendor cultural de inicios del siglo XX. A continuación, una ruta por algunos de los edificios históricos que no solo se deben visitar, sino escuchar.
Misión San Diego de Alcalá: el origen de todo
Fundada en 1769, es la primera de las misiones franciscanas en California. Esta joya arquitectónica de adobe blanco representa el punto de partida de la colonización europea en el estado. Su campanario, jardines y museo permiten un viaje directo a la época colonial. Cabe resaltar que en su momento, fue también un punto estratégico militar y religioso. Hoy, sigue en funcionamiento como parroquia activa.

Hotel del Coronado: una fantasía victoriana frente al mar
Inaugurado en 1888, este hotel es más que alojamiento: es una postal viva de la elegancia del siglo XIX. Su fachada de madera rojiza y tejados puntiagudos han albergado presidentes, estrellas de cine y hasta leyendas de fantasmas. Algo que a lo mejor no sabías es que, aunque no te hospedes ahí, puedes recorrer sus jardines, tiendas o tomar un café junto al océano.

Old Point Loma Lighthouse: una guía en la niebla del pasado
Situado en el Parque Nacional Cabrillo, este faro encendido por primera vez en 1855 simboliza los días en que los barcos eran recibidos con una linterna en la colina. Aunque fue reemplazado por estar demasiado alto (sí, la niebla lo hacía ineficaz), hoy es un museo con vistas espectaculares de la bahía.

Gaslamp Quarter: el corazón de la San Diego victoriana
Un paseo por estas 16 cuadras restauradas es entrar en una novela de época. Antiguas casas y edificios comerciales ahora albergan restaurantes, bares y galerías. El Gaslamp Quarter conserva el carácter original de la ciudad de fines del siglo XIX y principios del XX, cuando la fiebre del ferrocarril y el desarrollo urbano estaban en su auge. Algo imprescindible es detenerse en el histórico Balboa Theatre, una joya de 1924 con interiores art déco restaurados.

Santa Fe Depot: el tren del tiempo
Construida en 1915 para la Exposición Panamá-California, esta estación de trenes es un exquisito ejemplo de estilo Mission Revival. Sus arcos, mosaicos y torres evocan las misiones españolas, pero en plena era industrial.
Hoy día: Sigue funcionando como estación de trenes y tranvías, mezclando pasado y presente en un mismo andén.

Presidio Park: donde comenzó la ciudad
Aquí se fundó el primer asentamiento europeo en la Alta California. Aunque el edificio original del presidio militar no se conserva, el parque ofrece vistas panorámicas, senderos históricos y el Museo Serra que rinde homenaje al pasado fundacional de San Diego.

Una ciudad que respira historia
San Diego es mucho más que surf y atardeceres: es una ciudad construida sobre los cimientos de múltiples épocas. Cada edificio antiguo es un libro abierto que merece ser leído, fotografiado y preservado. Así que la próxima vez que camines por sus calles, alza la vista. Quizá una cornisa de piedra o una placa oxidada te cuenten una historia que ningún guía turístico incluye.