El Gobierno de Perú anunció este lunes 3 de noviembre la ruptura de relaciones diplomáticas con México, acusando al país de intervenir “de manera inadmisible y sistemática” en sus asuntos internos desde el fallido intento de golpe de Estado del expresidente Pedro Castillo.
A través de un comunicado oficial, la Cancillería peruana señaló que el Gobierno mexicano ha venido actuando en “manifiesta violación del principio de no intervención reconocido por el Derecho Internacional” y que esta conducta “no refleja la relación histórica y fraterna que había existido entre ambos países”.
Las problemáticas entre Perú y México se remontan a finales de 2022, cuando el expresidente Andrés Manuel López Obrador expresó su apoyo a Pedro Castillo tras su destitución, lo que Lima consideró una injerencia política. Poco después, el Gobierno de Perú declaró como persona “no grata” al embajador mexicano en Lima, Pablo Monroy, y pidió su salida del país
El comunicado más reciente menciona como detonante el asilo diplomático otorgado por México a Betssy Chávez, ex primera ministra de Castillo, investigada por su participación en el intento de golpe de Estado. Según el texto, este hecho “evidencia la falta de interés del Gobierno de México por mantener una relación con el Perú”.
La Cancillería afirmó que el país actuará conforme a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 y otras normas internacionales aplicables. Con esta decisión, ambos países quedan oficialmente sin vínculos diplomáticos, limitando su relación a funciones consulares básicas.
Hasta el momento, el Gobierno mexicano no ha emitido una respuesta oficial al anuncio de Lima.
¿Quiénes son Betssy Chávez y Pedro Castillo?
Pedro Castillo fue presidente de Perú desde julio de 2021 hasta diciembre de 2022. Llegó al poder con el partido de izquierda Perú Libre, representando a sectores campesinos, rurales y populares. Durante su gobierno enfrentó constantes conflictos con el Congreso, acusaciones de corrupción y una fuerte división política.
A finales de 2022, Castillo intentó disolver el Congreso y gobernar por decreto, una acción considerada como un intento de golpe de Estado. Minutos después fue destituido, arrestado y reemplazado por su vicepresidenta Dina Boluarte, quien actualmente ocupa la presidencia del país.
En ese momento, Betssy Chávez se desempeñaba como primera ministra del Perú, es decir, la jefa del gabinete. Era una de las autoridades más cercanas al presidente y, según la Fiscalía peruana, habría estado presente y participado en las decisiones tomadas ese día.
Por esa razón, Betssy Chávez enfrenta actualmente un proceso judicial por los presuntos delitos de rebelión y conspiración, acusada de haber colaborado con Castillo en el intento de disolver el Congreso.
