El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla enfrentó abucheos durante el funeral del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, asesinado la noche del sábado en pleno Festival de Las Velas.
El mandatario estatal acudió al sepelio para expresar sus condolencias a la familia. Sin embargo, su llegada provocó molestia entre algunos asistentes. Varios ciudadanos comenzaron a gritarle “asesino” y “¡fuera!”. Le reclamaron la falta de resultados en materia de seguridad y exigieron justicia por el homicidio del alcalde. La tensión creció rápidamente y los elementos de seguridad le recomendaron retirarse del lugar. Sin embargo, si alcanzó a dar sus condolencias a la familia de Manzo.
En sus redes sociales, Ramírez Bedolla publicó un mensaje donde afirmó que acompañó a la familia de Manzo y reiteró su compromiso con la justicia:
“En medio de estos momentos tan difíciles, acompañé a mi amigo y compañero Juan Manzo, subsecretario de Gobierno, a su mamá, a su esposa Grecia y a sus familiares al sepelio de Carlos Manzo, en la ciudad de Uruapan. A quienes les externé mis sinceras condolencias.
Sé que su asesinato genera muchísima rabia e indignación. Todos estamos consternados e indignados, pero vamos a dar la cara y vamos a actuar de inmediato para garantizar que haya justicia y paz para el pueblo de Uruapan.”


La familia de Carlos Manzo Rodríguez decidió trasladar el féretro a la Pérgola Municipal. Un sitio emblemático donde el alcalde solía caminar todos los días y, en ocasiones, ofrecer audiencias públicas.
La Plaza de los Mártires de Uruapan, conocida también como La Pérgola, es considerada el corazón del municipio. Frente a ella se encuentra la Casa de la Cultura, el edificio donde Manzo había instalado sus oficinas de despacho durante su administración.