Donald Trump advirtió al gobierno de Nigeria que suspenderá de inmediado toda ayuda y asistencia si el país continúa permitiendo el asesinato de cristianos. El presidente ordenó al Departamento de Defensa mantenerse preparado para posibles acciones militares en respuesta a la situación.
“Si atacamos, será rápido, despiadado y dulce. Igual que los terroristas atacan a nuestros queridos cristianos. Advertencia: El gobierno nigeriano tiene que actuar rápido.”, así concluyó su mensaje.
El Presidente de los Estados Unidos publicó el mensaje en su red social Truth Social, donde acusó al gobierno nigeriano de permitir la persecución de cristianos y calificó la situación como una “amenaza existencial” para la fe cristiana en África. En el mismo texto, aseguró que su administración “no se quedará con los brazos cruzados mientras miles de creyentes son asesinados por terroristas islámicos”.
Horas después, el Departamento de Estado designó a Nigeria como “país de particular preocupación” por supuestas violaciones a la libertad religiosa, una medida que refuerza la presión diplomática e incluso podría derivar en sanciones.
El gobierno de Nigeria rechazó las declaraciones de Trump. El presidente Bola Ahmed Tinubu defendió por medio de un comunicado que su país garantiza la libertad de culto y que los recientes hechos de violencia responden a conflictos más amplios, relacionados con disputas étnicas, territoriales y económicas, no únicamente religiosas.
¿Qué está sucediendo en Nigeria?
Las comunidades cristianas en Nigeria enfrenta una ola de violencia activa que presenta cifras alarmantes: se estima que más de 7 mil cristianos han sido asesinados en los primeros siete meses del año. En el estado de Benue State, militanten vinculados a grupos de pastores armados atacaron aldeas cristianas en junio, dejando entre 100 y 200 muertos.
Algunas organizaciones de monitoreo señalan que ataques a iglesias, destrucción de propiedades cristianas y desplazamiento de comunidades son parte de la rutina para muchos creyentes en Nigeria. Estas disputas no se reducen sólo a musulmanes matando a cristianos sino que se unen factores como discusiones por tierra y aguas, agricultores, criminalidad organizada, etc.