La mayoría de nosotros seguimos con nuestras rutinas diarias sin imaginar las duras batallas que se viven, a tan solo unos kilómetros de distancia, al otro lado de la frontera. En decenas de hogares en Tijuana, hay familias que enfrentan algo que cambia sus vidas por completo: el cáncer infantil.
En el corazón de esta lucha se encuentra el Patronato del Hospital General de Tijuana (PHGT), una organización comunitaria que brinda ayuda esencial a los pacientes y familias que reciben tratamiento oncológico en el Hospital General de la ciudad. Ahí, niños desde los cuatro años y jóvenes adultos hasta sus veinte enfrentan uno de los desafíos más difíciles de la vida.
Para estas familias, el cáncer no es solo un diagnóstico; es una transformación total de la rutina y la estabilidad. Muchos padres dejan sus empleos para acompañar a sus hijos durante los largos tratamientos. Algunos llegan desde comunidades rurales sin recursos para cubrir lo más básico: alimentos, transporte o un lugar seguro donde quedarse.
Ahí es donde entra el Patronato — llenando los vacíos entre lo que puede ofrecer el sistema de salud pública y lo que la dignidad humana exige.
Un legado de compasión y acción
Lo que comenzó en los años noventa como un grupo de vecinos reuniendo recursos para pacientes sin posibilidades económicas, se convirtió en el año 2000 en una organización formal sin fines de lucro, construida sobre una verdad sencilla: cada acto de bondad cuenta.
El Patronato opera de manera independiente de fondos gubernamentales. Cada peso proviene de donaciones, voluntarios y esfuerzos comunitarios. Esas contribuciones representan la diferencia entre que un niño continúe su tratamiento o lo interrumpa.
Su misión es clara: apoyar a los pacientes y sus familias durante las crisis médicas —especialmente a niños y adolescentes con cáncer— cubriendo no solo sus necesidades médicas, sino también las emocionales y prácticas.
Más allá de la medicina: un espacio de cuidado, dignidad y esperanza
El apoyo del Patronato va mucho más allá de los gastos médicos. A través del programa “Mi Estancia”, las familias que viajan desde lugares como San Quintín, Mexicali o comunidades rurales cuentan con un espacio seguro donde vivir mientras sus hijos reciben tratamiento.
También brindan alimentos, medicamentos, transporte y artículos esenciales como cobijas, ropa o comidas especiales para niños con poca fuerza o apetito. Pero además, el Patronato se encarga de llevar luz y alegría a los momentos más difíciles: celebran cumpleaños, organizan talleres de arte y momentos de convivencia que recuerdan a los pequeños que la vida sigue, incluso en tiempos de lucha.
Su labor se extiende más allá de las fronteras, con apoyo de instituciones como Rady Children’s Hospital de San Diego y Casa de la Amistad en Ciudad de México, además de empresas locales que aportan recursos, patrocinios o productos.
A veces, algo tan sencillo como un día de pizza o una rifa comunitaria permite mantener vivos los programas. Pero para las familias beneficiadas, esos gestos significan todo: son verdaderos salvavidas.
Formas de ayudar
Para los lectores de San Diego, Tijuana y más allá, esta causa está más cerca de lo que parece. Nuestras comunidades están conectadas, y la esperanza no conoce fronteras. Existen muchas formas de sumarte y hacer que los niños continúen su tratamiento con dignidad y acompañamiento:
Conviértete en “Protector Estrella”
Únete al programa de donaciones mensuales. Desde $200 pesos al mes (alrededor de $12 USD), puedes brindar apoyo constante para cubrir tratamientos, vivienda y alimentación.
Apoya el programa “Hora Dorada”
Tu donación ayuda a que los niños con complicaciones graves —como la neutropenia febril— reciban atención médica en menos de una hora, un tiempo que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Contribuye al programa “QuimioKID”
Ayuda a cubrir medicamentos e insumos necesarios para las quimioterapias de los niños en tratamiento.
Dona a través de “Esfera de Esperanza”
Cada esfera representa simbólicamente a un niño beneficiado. Es una manera emotiva de conectar tu ayuda directamente con una vida llena de esperanza.
Haz donaciones en especie
El Patronato también recibe donativos materiales —como suplementos alimenticios, soluciones electrolíticas, insumos médicos o artículos básicos que apoyen el tratamiento y la recuperación.
Alianzas empresariales o corporativas
Las empresas pueden sumarse como patrocinadores o socios solidarios, aportando recursos, productos o apoyando programas como “Mi Estancia” o eventos de recaudación.
Donaciones directas a cuenta bancaria
Aunque también existe la opción de hacer donaciones directas a la cuenta bancaria del Patronato, se recomienda contactarlos previamente para obtener los datos más actualizados y asegurar que tu contribución se procese de forma segura y correcta.
Toda la información y los enlaces oficiales se encuentran disponibles en su sitio web: www.phgt.org
Cada peso, cada gesto y cada hora de voluntariado hacen una enorme diferencia. Juntos, sostienen una atención integral que abarca el aspecto médico, emocional y humano del paciente y su familia.
Para conocer más sobre sus programas, actividades y cómo donar, visita su sitio web oficial: www.phgt.org
Sé parte de la esperanza
Tú también puedes marcar la diferencia:
Dona: Ya sea de manera mensual o única, tu contribución mantiene vivos los programas de tratamiento y apoyo.
Sé voluntario: Si vives cerca de Tijuana, ofrece tu tiempo o tus habilidades. Pequeñas acciones crean grandes cambios.
Participa: Asiste o patrocina los eventos de recaudación. Cada esfuerzo cuenta.
Comparte: Sigue al Patronato en redes sociales, habla de su labor y difunde su mensaje. La conciencia también es una forma de apoyo.
Como dijo uno de los miembros del Patronato:
“Solos no podríamos… pero juntos, sí.”
Cada amanecer trae una elección. Mientras muchos despertamos a nuestras rutinas, hay familias en Tijuana que abren los ojos a un nuevo día de valentía, incertidumbre y esperanza.
Con el Patronato del Hospital General de Tijuana a su lado —y con tu apoyo— ningún niño tiene que enfrentar la enfermedad solo. Cada acto de bondad asegura que el tratamiento continúe, la dignidad se preserve y la esperanza perdure.
Únete. Comparte la historia. Sé parte de la sanación.
Conoce más en www.phgt.org
